Cordoncillo, en la moneda: Debido a la gran
vulnerabilidad a cortes y limados fraudulentos de la moneda macumina el 9 de junio de 1728, Felipe V expidiera una
Real Cédula disponiendo que, en adelante, las casas de moneda debían fabricar
solo moneda circular con grabado en el canto o cordoncillo, que permitiera
detectar cualquier cercenamiento. En el párrafo pertinente la cédula
decía: "Todas las monedas de plata que se labrasen en las Casas de
estos mis reinos y de los de Indias serán acuñadas en ingenios o molinos de
agua u de sangre, y de figura circular, con un cordoncillo o laurel al canto,
para dificultar por este medio el cercén, y la falsificación." Hasta
nuestros días, el cordoncillo puede tener muy variados diseños, y solo esta
limitado por la tecnología de la ceca, junto con la creatividad y desempeño de
quien tuviera a cargo la tarea de diseñar el cordoncillo
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